viernes, 23 de agosto de 2013





TEMAS ACTUALES EN LA REALIDAD GLOBALIZADA

COMPORTAMIENTO  INFORMATICO





Se ha vuelto viral una campaña contra la práctica de quienes chatean mientras están en la compañía de otras personas. Estas son sus características.
¿Quién no ha sufrido cuando la persona con la que está almorzando interrumpe la conversación para contestar un mensaje de texto, escribir un trino en Twitter o actualizar el estatus de Facebook? Muchos, y al parecer se trata de una de las costumbres sociales que más genera molestias hoy. A tal
nivel ha llegado la molestia, que ha surgido una campaña internacional que pretende acabar con ese terrible hábito. Se le llama phubbing, una mezcla de las palabras inglesas phone (teléfono) y snubbing (despreciar).


La iniciativa comenzó en Melbourne, Australia, cuando espontáneamente un grupo de amigos empezó a hablar de las molestias que les producía la falta de cortesía de quienes ignoran la conversación por centrarse en el celular. Alex Haigh, un estudiante de mercadeo de 23 años decidió hacer una página web, www.stopphubbing.com , y enseguida recó el apoyo de muchos damnificados de esta práctica, no solo en su país sino en todo el mundo.

El sitio web muestra una tendencia real. Estudios previos señalan que los adultos jóvenes, o sea entre 18 y 29 años, envían en promedio 110 mensajes de texto diarios y más de 3.000 mensuales, y reciben un número similar. El éxito de la campaña se debe, según le dijo Haigh a SEMANA, a que “toca una cuerda muy sensible de la sociedad acerca de un problema que necesitaba discusión”.


Haigh explica que la gente hace esto por muchas razones y aunque en algunos casos tienen excusas justificadas porque deben enviar un mensaje urgente, “la campaña va dirigida hacia los que practican esta actividad permanentemente, es decir los ‘phubbers’ seriales, aquellos que están en el teléfono solo para ver qué pasa en Facebook o para jugar Angry Birds”, dijo Haigh.


Este joven cree que a veces la gente comete esa falta de educación sin darse cuenta. Por eso la estrategia de la campaña consiste en darle un nombre al fenómeno y en señalar a quienes lo practican para que sientan vergüenza de su comportamiento.


En su sitio web y en Facebook hay una sección para subir fotos de personas atrapadas en flagrancia, desde anónimos, como una pareja de novios consultando el aparato en plena boda, hasta celebridades como Barack Obama, que no se salva de estos malos modales. También ofrece la opción de descargar afiches diseñados contra este comportamiento, como uno pensado para sitios de atención al público en el que se lee: “Mientras termina de actualizar su estatus atenderemos al cliente que está detrás de usted”.


Los expertos en etiqueta señalan que el phubbing es, sin duda, una falta de cortesía. El mensaje que envía quien asume esa actitud es que quienquiera que esté al otro lado del teléfono es más importante que la persona que tiene al frente. “En esos momentos no estamos valorando al otro”, dijo a SEMANA Maggie Jackson, autora del libro Distracted.


Haigh señala que es una paradoja pues el descortés se desconecta de la charla para favorecer la interacción con una persona ausente. “Esto es muy patán a no ser que ambos estén haciendo lo mismo”, dice el joven.


Curiosamente, un sondeo hecho por la multinacional McCann, la compañía donde Haigh trabaja como pasante, mostró que el 37 por ciento de los encuestados considera que es más descortés no contestar un mensaje de texto o un chat. Esto ha llevado a pensar que posiblemente la tecnología va a un ritmo muy rápido y no permite a los usuarios entender las implicaciones de su uso.


Tal vez por ello hay un resurgir de libros sobre etiqueta, así como de sitios web y blogs donde se resuelven dudas que van desde si es bien visto usar el iPod en un carro donde van otras personas hasta si se debe anunciar una enfermedad en Facebook. “El regreso de la etiqueta es en parte una respuesta a la descortesía de las relaciones que se tienen en la esfera digital”, explica Jane Pratt, editora en jefe de xoJane, un sitio dedicado al tema.


“Vivimos en un momento de ansiedad que refleja el constante cambio y la confusión en la tecnología y los códigos sociales”, dice Steven Petrow, quien ha escrito cinco libros de etiqueta, el último de los cuales está dedicado a los buenos modales y la tecnología.


Pese a todo lo anterior, muchos de los que practican el phubbing argumentan que esa etiqueta es anticuada pues la tecnología ha traído sus propias costumbres y reglas. Además, ellos tienen la capacidad de poner atención a dos asuntos al mismo tiempo.


Pero las investigaciones recientes muestran que los seres humanos no pueden hacer varias tareas simultáneamente. Clifford Nass, una autoridad en el tema, señala que aquellos que usan varios medios de comunicación al tiempo muestran muchos déficits cognitivos. “Básicamente son malos para casi todas las tareas”, dice.


Maggie Jackson señala que los seres humanos no pueden hacer multitareas excepto cuando se trata de rutinas muy sencillas, pero ese no es el caso de la comunicación, una habilidad altamente compleja. “Cuando una persona está cambiando constantemente su foco de atención entre dos actividades, los procesos cognitivos son más lentos, cometen más errores y tienen una menor capacidad de discernir qué es relevante en el contexto en el que se trabaja”, dice la experta.


Un experimento realizado por Andrew Przybylski, de la Universidad de Essex, Inglaterra, concluyó que discutir problemas íntimos e importantes cuando hay un teléfono celular cerca es peligroso para las relaciones personales, porque si el interlocutor mira o contesta el aparato, el o
tro se sentirá amenazado. “Se incrementa la idea de que eso que se está divulgando no se recibió con cuidado y empatía”, dice el experto.


Lo grave es que la gente está perdiendo información valiosa de la conversación pues, al enfocarse en un celular, no observa los gestos que le dan contexto a los diálogos. “Las personas que están muy ocupadas para tener conversaciones reales no están haciendo las conexiones emocionales importantes”, dice Sherry Turkle, autora de Alone Together.


La tesis de ese libro es que es posible estar constantemente involucrado en conversaciones instantáneas en el celular y aún sentirse solo. En entrevistas con adultos y niños, esta psicóloga del Instituto Tecnológico de Massachusetts encontró que todos se dejan atrapar por lo mismo: “Lo seductor del chat y el mensaje de texto, de tener el teléfono encendido y estar chequeando la lucecita roja en el BlackBerry es que cada cual quiere saber quién me está necesitando, quién quiere hablar conmigo”.


Muchos psicólogos creen que detrás de estos malos modales también se esconde un problema de adicción. Aunque mucho se ha debatido sobre qué significa exactamente ser adicto a un teléfono celular, a grandes rasgos señalan que muchas personas sienten el mismo síndrome de abstinencia de otras adicciones cuando no pueden usar ese aparato todo el tiempo. Algunos incluso llegan a sentir la vibración aunque no se haya activado. Así, no sorprende que la gente revise qué hay de nuevo en el celular cada cinco minutos.


Haigh no sabe si la campaña logrará detener del todo este fenómeno, pero sí espera al menos que la gente revalúe la manera como usa su teléfono en presencia de otras personas. Jackson aconseja hablar del tema con los colegas del trabajo, los amigos y los familiares para tratar de establecer normas en conjunto.


La idea es que todo esto pueda llevar a que la gente vuelva a disfrutar la compañía física de los otros. Los seres humanos no siempre se conectan de manera profunda pero si el celular deja de estorbar, dice Jackson, serán menos probables las conexiones superficiales y los malentendidos con amigos y familiares


Phubbing: The act of snubbing someone in a social setting by looking at your phone instead of paying attention
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NOTICIAS

La  justicia debe ser ética e intelectual


El país reclama la necesidad de un Poder Judicial que genere verdadera confianza pública en la integridad del sistema de justicia; exige una justicia orientada a la vigencia de los derechos humanos, al respeto de la dignidad de las personas y al compromiso con el Estado democrático y social de Derecho y de Justicia; reclama y pide una justicia imparcial que se ajuste al abanico axiológico de nuestra Constitución, el ejercicio de una magistratura que sea un verdadero instrumento puesto al servicio de la justicia 21 de Septiembre del 2011.

La justicia debe estar acorde a la sociedad

Conte enfatizó en que "es necesaria una justicia acorde con una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural, que dé cumplimiento al Derecho dentro del marco de una justicia distributiva y retributiva, ajustada a los valores constitucionales y al ideario del Libertador Simón Bolívar, a los nuevos paradigmas y que reconozca y proteja al ser humano dentro de su exclusivo contexto social, de lo contrario no hablaremos de Sistema de Justicia sino de mera aplicación asimétrica de la Ley y del Derecho".
(CRIXMAR ROJAS) - "La función pública de administración de justicia, conforme a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, corresponde al Poder Judicial, cuya organización descansa en el Tribunal Supremo de Justicia como máximo tribunal de la República y en los demás tribunales que determine la Ley, por lo que constituye uno de los Poderes Públicos del Estado, que tiene asignada una función específica o propia, pero que sus órganos en el ejercicio de sus funciones deben colaborar con los restantes poderes públicos a la realización de los fines del Estado, ajustados a la constitución y a las leyes, las cuales definen sus atribuciones y a las cuales debe necesariamente sujetarse su ejercicio".
       Así comenzó su explicación el reconocido profesor universitario en el área de Derecho, Francisco Conte, quien siguió exponiendo que el Poder Judicial como poder público ejerce el mayor equilibrio y contrapeso dentro del Estado, "pues siendo uno de los poderes públicos, es el único que controla la constitucionalidad y legalidad de las actuaciones de los demás poderes públicos, por lo que su ejercicio y desempeño debe estar orientado por dos principios fundamentales como lo son la autonomía y la independencia, que constituyen la base fundamental de su organización y de su actividad, donde la función de administrar justicia al conocer de las causas y asuntos de su competencia mediante los procedimientos que determinen las leyes y en la ejecución de sus sentencias, debe necesariamente ser una actuación ética e intelectual, para poder llevar a cabo sus cometidos estatales".
       Explicó que el Estado venezolano se define como un "Estado Constitucional de Derecho y de Justicia, conforme la lectura concordada de los artículos 2 y 7 del Texto Constitucional, con lo que se crea una trilogía en la que el juez queda sometido a la Constitución, a la Ley y a la Justicia; es decir, a la primacía de la Constitución sobre la ley y por el funcionamiento de una jurisdicción que debe entender la constitucionalidad de los actos del Estado, incluida la propia ley, pues este Estado Constitucional de Derecho debe mantener el principio de legalidad pero subordinando sus formas concretas de manifestarse al principio de la constitucionalidad, todo ello para cumplir el ineludible deber de administrar justicia".
       ¿Dónde quedan los derechos del ciudadano?
       -El Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, implica en primer lugar, un Estado de Derechos, donde los derechos del ciudadano valen independientemente de la ley, y para hacer valer los derechos, interpretar y aplicar el Derecho y la Justicia debe basarse en el principio de proporcionalidad y de equidad; esto impone necesariamente el reto a quienes tienen la misión de administrar justicia de acercar al Derecho, a la Constitución y a la Justicia, para poder brindar la tutela judicial efectiva y cumplir el Sistema Judicial su rol esencial en la sociedad, que le exige ser tutor de los derechos fundamentales del ser humano. Pero además este contenido Jurisdiccional y Constitucional de Derecho y de Justicia debe desarrollarse en el contexto de un Estado social, que debe entenderse como un Estado interesado en el bienestar y opuesto a todas las formas autoritarias, para así considerar la igualdad como el reconocimiento de los derechos y la adopción de decisiones que inciden en forma directa en la vida social de los ciudadanos.
       Son los jueces los responsables de la búsqueda de la verdad
       Es así como Conte afirma que con base en todo lo anterior, sobre los jueces recae la búsqueda de la verdad, por lo que tienen el deber de resolver los conflictos de manera idónea; es decir, en forma imparcial, transparente, independiente, expedita, sin formalismos ni reposiciones inútiles, "teniendo en cuenta indudablemente que el Derecho está integrado por normas y principios, en donde las normas se aplican o no, los principios dan razones para decidir en sentido determinado. Para todo ello, el Poder Judicial debe sustentarse necesariamente en los dos principios fundamentales de autonomía e independencia, y ajustar sus actuaciones a los valores de justicia, ética e intelectualidad, entendida esta como competencia, aptitud, capacidad y suficiencia".
       Ser juez: tarea incierta y compleja
       Conte comentó que actualmente los jueces deben superar aquel papel que tradicionalmente les había asignado el ser la voz de la ley, que imponía un papel pasivo y meramente cognitivo; "hoy debe entenderse que la función de juzgar implica muchísimas cosas al mismo tiempo, pues el Juez como funcionario encargado de administrar justicia al momento de decidir pone en juego sus valores éticos y su capacidad intelectual, pone en juego todo lo aprendido, tanto conceptual como experiencialmente, ya que conocen, valoran, deslindan, estipulan y, además, dudan. En otras palabras, como es una tarea humana, resulta fatalmente incierta y además compleja, por lo que sólo con base en la autonomía de sus propias funciones y en la total independencia de las mismas respecto de los demás poderes públicos pueden llevar a cabo su actividad de conductores sociales y garantes del Estado de Derecho".
       Lo anterior permite afirmar -continuó el especialista- que hoy día la función de juzgar para ser transformadora y significativa, ajustada a los nuevos paradigmas de justicia y convertirse en garante de la justicia, impone necesariamente un juez que deje de lado los simples parámetros puramente lógicos y metodológicos, y desarrollar aspectos empíricos, vinculados con la realidad social y los sistemas de valores; aspectos que muestran un juez situado, es decir, un juez en el mundo, que ha abandonado la torre de cristal y que, por tanto, resulta atravesado por todas las problemáticas que lo definen, primero como ser humano y luego como ser social, en un tiempo y lugar determinado.
       ¿Cómo debe ser el nuevo juez?
       -Se impone y se requiere un juez independiente, autónomo en sus funciones, ético en su actuación e idóneo en sus competencias, esto es, un juez que actúe como ser social, portador de una cultura técnica, pero irreductiblemente permeable al conjunto de representaciones, estados de conciencia y visiones del mundo que comparten con sus congéneres y que coadyuvan, con su trabajo, a veces a conservar y otras veces a transformar. 
       En consecuencia, el país reclama la necesidad de un Poder Judicial que genere verdadera confianza pública en la integridad del sistema de justicia, exige una justicia orientada a la vigencia de los derechos humanos, al respeto de la dignidad de las personas y al compromiso con el Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, reclama y pide una justicia imparcial que se ajuste al abanico axiológico de nuestra Constitución, el ejercicio de una magistratura que sea un verdadero instrumento puesto al servicio de la justicia, que cumpla con los deberes de celeridad en la administración de justicia; nuestro pueblo solicita y ruega una administración de justicia que se resista férreamente frente a las injerencias políticas e ideológicas que puedan comprometer su sujeción al derecho y la orientación de sus tareas a los valores superiores que la informan, suplica e implora una moralidad judicial, que impone un juez que actué con conciencia y ciencia, que sus conocimientos técnicos deben ponerse al servicio de los valores que orientan su importante ministerio para la búsqueda de una justicia nueva, la formación de una nueva conciencia jurídica, con participación social en la solución de los conflictos y la sujeción de la función jurisdiccional al servicio de la justicia.
   
Valera, Lunes 12 de Agosto de 2013/ A juicio de Francisco Conte,

jueves, 8 de agosto de 2013








LEY DE HIPOTECA MOBILIARIA.....





          DE LA EJECUCION DE HIPOTECA EN MATERIA AGRARIA


De conformidad con lo establecido en el ordinal 4° del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, aplicable este por remisión expresa del artículo 227 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, pasa este Juzgado a establecer los motivos de hecho y de derecho en los que se fundamentará la presente decisión. 
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Profesora Marilú Bello Castillo