domingo, 20 de enero de 2013



CASOS HISTÓRICOS  DE ERROR JUDICIAL  

CASO: ALFRED DREYFUS
El caso Dreyfus tuvo como origen un error judicial, sobre un trasfondo de espionaje y antisemitismo, en el que la víctima fue el capitán Alfred Dreyfus (1859-1935), de origen judío-alsaciano, y que durante doce años, de 1894 a 1906, conmocionó a la sociedadfrancesa de la época, marcando un hito en la historia del antisemitismo.


La revelación del escándalo en Yo acuso (J'accuse), un artículo de Émile Zola en 1898, provocó una sucesión de crisis políticas y sociales inéditas en Francia que, en el momento de su apogeo en 1899, revelaron las fracturas profundas que subyacían en la Tercera República Francesa. Dividió profunda y duraderamente a los franceses en dos campos opuestos, los dreyfusards (partidarios de Dreyfus) y los antidreyfusards (opositores a Dreyfus). Reveló también la existencia en la sociedad francesa de un núcleo de violento nacionalismo y antisemitismo difundido por una prensa sumamente influyente. El caso se convirtió en símbolo moderno y universal de la iniquidad en nombre de la razón de Estado. 

Resumen del Caso Dreyfus

A finales de 1894, el Capitán del Ejército Francés Alfred Dreyfus, un ingeniero politécnico de origen judío-alsaciano, fue acusado de haber entregado a los alemanes documentos secretos. Enjuiciado por un tribunal militar, fue condenado a prisión perpetua y desterrado en la Colonia penal de la Isla del Diablo situada a 11 km de la costa de la Guayana francesa (Sudamérica), por el delito de alta traición. En ese momento tanto la opinión pública como la clase política francesas adoptaron una posición abiertamente en contra de Dreyfus.

Convencida de la arbitrariedad de la condena, la familia del capitán, con su hermano Mathieu al frente, intentó probar su inocencia y para ello recurrieron a los servicios delperiodista Bernard Lazare. Simultáneamente, el coronel Georges Picquart, jefe del servicio de contraespionaje, comprobó, en marzo de 1896, que el verdadero traidor había sido elcomandante Ferdinand Walsin Esterhazy. El Estado Mayor se negó, sin embargo, a reconsiderar su decisión y sacó a Picquart de Francia destinándolo al norte de África.
Con el fin de llamar la atención por la fragilidad de las pruebas contra Dreyfus, su familia logró entrevistarse en julio de 1897 con el presidente del SenadoAuguste Scheurer-Kestner. Tres meses después Scheurer-Kestner declaró que estaba convencido de que Dreyfus era inocente, y persuadió también de ello a Georges Clemenceau, por entonces un ex diputado y simple periodista. El mismo mes, Mathieu Dreyfus denunció a Esterházy ante el Ministerio de Guerra por el acto de traición que acarreó la condena de su hermano.
En enero de 1898, mientras el círculo de los partidarios de Dreyfus se ampliaba, sucedieron casi simultáneamente dos eventos de dimensión nacional:
Se había iniciado un proceso de escisión en dos de Francia que se prolongaría hasta fines del siglo XIX. Disturbios antisemitas estallaron en más de veinte ciudades. Hubo varios muertos en Argel. La República se conmovió, algunos hasta la vieron en peligro, generando el convencimiento de que había que acabar con el Caso Dreyfus si se quería calmar la situación.
A pesar de las intrigas del ejército para evitar la revisión, en 1898 el Tribunal Supremo reabrió el caso y al año siguiente anuló la sentencia que condenó a Dreyfus, ordenando realizar un nuevo Consejo de Guerra, que se efectuó en Rennes ese mismo año. Contra todo pronóstico, Dreyfus fue condenado otra vez, ahora a diez años de trabajos forzados, aunque en este fallo el tribunal mencionó que existían «circunstancias atenuantes». Diez días después, agotado y con su salud quebrantada por cuatro largos años de prisión en condiciones inhumanas, Dreyfus aceptó el indulto que le concedió el presidente Émile Loubet.
En 1906 su inocencia fue reconocida oficialmente por la Corte de Casación a través de una sentencia que anuló el juicio de 1899, sin reenvío para realizar un nuevo juicio, y decidió la rehabilitación del Capitán Dreyfus, decisión inédita y única en la historia del derecho francés. Rehabilitado, el Capitán Dreyfus fue reintegrado al ejército con el rango de Comandante, participando luego en la Primera Guerra mundial. Falleció en 1935.
Las consecuencias del Caso Dreyfus fueron de gran importancia, impactando en todos los aspectos de la vida pública francesa: política (desde el éxito de la Tercera República, en la que el caso adquirió el estatus de mito, hasta la renovación del nacionalismo), militar, religiosa (limitó la reforma del catolicismo francés y la integración republicana de los católicos), social (en su transcurso se creó la Liga Francesa para la defensa de los Derechos del Hombre y el Ciudadano), jurídica, los medios de comunicación, diplomática y cultural (el término "intelectual" fue acuñado precisamente durante el caso). 


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